The PhD movie

Una escena de la película

Una escena de la película

El fin de semana pasado tuve la oportunidad de ver The PhD movie, una película basada en los personajes de Piled Higher and Deeper, unos cómics que ironizan sobre ciertos aspectos universales y recurrentes de la aventura de hacer un doctorado, que a menudo también comparto en la página de Facebook.

Durante el mes de junio es posible ver la película de forma gratuita en su página web (ojo, es en inglés sin subtítulos, pero es un buen ejercicio) y si recibe los apoyos suficientes, se hará una secuela.

La película no es una obra maestra del séptimo arte, hay que admitirlo, pero es muy divertita y los doctorandos como yo se pueden sentir identificados en muchas escenas. Hay que decir que se desarrolla en Estados Unidos, por lo que hay ciertos aspectos válidos sólo en el contexto específico americano, pero no cabe duda de que muchísimos pensamientos, sensaciones, experiencias y reflexiones de los doctorandos sí que se pueden compartir.

Por ejemplo, muchos de nosotros éramos estudiantes brillantes, de los mejores en nuestras promociones, como el protagonista masculino de la película, pero eso no importa en absoluto cuando se empieza con la investigación, un mundo totalmente nuevo. Todo ello lleva (¿cómo no?) a sufrir el denominado «síndrome del impostor» (al que dedicaré otra entrada, si es que consigo superarlo).

Algunas de las problemáticas de las primeras experiencias docentes están bien reflejadas en las aventuras de Cecilia, la protagonista femenina. Especialmente, la contradicción entre la preparación que requiere la docencia y el escaso interés de los alumnos. Eso sí, me pregunto si en Estados Unidos sea común que se ofrezcan galletas o muffin a los alumnos durante las horas de tutoría, o si es una simple demostración de la amabilidad e interés del personaje.

Una escena

Cecilia, el protagonista femenino

Seguramente muchos doctorandos podamos compartir algunos de los pensamientos de los protagonistas, como las dudas que tenemos con respecto al futuro, sobre todo cuando, como Cecilia al encontrar una ex-compañera de clase, hacemos comparaciones con otras personas que parecen ya tenerlo todo más encarrilado.

Y seguramente, se pueden compartir algunas conclusiones del último apartado, el dedicado a la procrastinación. Ambos protagonistas consiguen sus pequeños éxitos docentes o de investigación sólo después de haberse tomado un descanso. Aunque pensemos que no estar trabajando en la tesis sea una pérdida de tiempo, el descanso sirve también para que las ideas fluyan y se trabaje mejor.

En definitiva, The PhD movie es una película entretenida, en la que podemos sentirnos identificados, y que permite darse cuenta de que muchas de las situaciones que vivimos y los pensamientos que tenemos son típicos de la experiencia del doctorado.

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